“…para pasar un verano que probablemente sería mucho mejor que el anterior.” Terminó de leer y cerró el libro, asomando su mirada a la ventana, vio como la luna seguía en la mitad del cielo despejado, levemente opacada por las luces de los postes de la calle.

Se volvió a acomodar en la cama, pero no lograba dormirse; las lagrimas no sólo irritaban sus ojos, también mojaban la almohada, decidió sentarse, secando sus lagrimas, apretaba fuertemente las manos contra su rostro. Cuanto deseaba que su vida fuera como uno de los tantos libros que había leído, pero lo único mágico o literario que ocurría en su vida era que la frustración y la tristeza le hacían sentir escalofríos inmensos, y a la vez, en vez de sangre, parecía era un agua helada lo que recorría cada centímetro de su cuerpo, sobretodo sus manos.
Estuvo en esa posición hasta que empezaba a asomarse el sol por la ventana, miro su celular que justo había empezado a sonar.
-seis en punto…- murmuró para sí mismo.- es hora de despertarme… - dijo con tono irónico.
Podría distraerse durante unas 18 horas, hasta que fuera hora de acostarse de nuevo, sólo entonces podría volver a leer sin importar el cansancio, soñaba con que su vida era monótona, aburrida y repetitiva, hasta que saliera el sol y empezara un “nuevo” día.
Me gusta, frío y tedioso. Como la vida misma de tu personaje!
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